domingo, 17 de diciembre de 2017

REFLEXIONES #1+ DOS LIBROS DE VIRGINIA WOOLF



Parece mentira que a este año le queden apenas unas semanas. Un lapso de tiempo tan insignificante como el que queda para poner punto y final a 4 años de carrera. No, este no es el típico post nostálgico en el que digo que mis cursos universitarios han sido los mejores del mundo. Todo lo contrario. Han sido años convertidos en montañas rusas. Desmotivación tras desmotivación desde que decidí cursar Traducción. Pero aquí estoy, a las puertas de mis exámenes finales. 

Hoy quiero escribir sobre Virginia Woolf, una de las escritoras más simbólicas de la literatura. ¿Por qué? Porque con ella voy a cerrar este ciclo. Se convierte en un gran punto final con un estudio que cojo con ganas y con el que pretendo, demostrar el lado positivo y la necesidad de las traducciones feministas. 

"La vida es un sueño; el despertar es lo que nos mata". Virginia Woolf inmortalizó esta frase con su pulso. Y lo que más duele, es el hecho de que algo tan simple, sea tan verdad. Puede, que eso fuera lo que me pasó a mitad de carrera. No me gustó lo que vi tras la fiebre de salir todos los días con los colegas de la universidad. Cuando me paré a pensar que esto era lo que iba a estar haciendo el resto de mi vida (traducir documentos, preparar facturas, sacrificar tiempo libre para que al final solo me vean como un diccionario con patas, presupuestos de risa y un largo etc), toda la ilusión desapareció.

La he recuperado, incluso puede, que más que antes. He tenido que estar dos años viviendo lejos de mi casa, pero ha valido la pena. Quiero hacer de la realidad, un sueño. Servir de puente entre culturas y que no sea algo utópico. Ayudar a otros a poder expresarse o a buscar, en tu trabajo, algo que les alivie. Me he enamorado perdidamente del mundo editorial, de todas sus facetas, hasta de sus injusticias; como la poca visibilidad de los traductores y traductoras.

Lo mejor que he aprendido de esta profesión, lo estoy haciendo ahora. He aprendido cosas que durante los cuatro años de carrera no me han enseñado. He descubierto los estudios de género, la traducción literaria, la traducción feminista, las censuras durante los régimen dictatoriales, el canon literario... He aprendido a hacer de lo que hago, una pasión. Y ese es el mejor sueño que cualquier persona pueda tener.

Hoy, también aprovecho para recomendar dos de mis lecturas favoritas de Woolf. Dos libros imprescindibles y que recuerdo con cariño de mi adolescencia. Una etapa en la que me escondía para leer porque no me gustaba compartir con nadie ese lado casi obsesivo que una niña de 13 años tenía con los libros.


Las olas (1931)


Las olas (título original en inglés: The Waves) puede que sea una de las obras más experimentales de Virginia Woolf. Una sucesión de soliloquios de 6 de los 7 personajes que conforman la trama. Percival, el séptimo personaje, solo aparece nombrado en boca del resto de sus amigos. La atmósfera es como un oleaje. Como si el tiempo te meciera, igual que hacen sus páginas. Un libro al que hay que dedicarle tiempo para adaptarse a la fragilidad de Woolf. Para mi, este libro marcó un antes y un después. Lo encontré en un mercadillo y me lo llevé a casa sin saber bien que tenía entre manos. Las olas fue el fin de mi adolescencia. Es extraño, pero después de leerlo, de golpe, me sentí más mayor, algo que no había sentido nunca. Gracias a él, tomé decisiones que en la vida habría imaginado que llegaría a ser capaz de tomar. 











Una habitación propia (1928)

Uno de los ensayos más célebres de la escritora. Este año, se ha convertido en tema central de mi TFG. Por eso, os voy a estar dando mucho la tabarra con él. Está considerado como un ensayo feminista, aunque eso, por varias razones, es discutible. De lectura casi obligatoria para reflexionar sobre la necesidad de un espacio de la mujer en el mundo literario siempre dominado por hombres. 

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