viernes, 23 de febrero de 2018



¿Qué queda?

Queda ruido.
Ruido de cementerio.

¿Todos se van?
No, quedas tú y todo lo que no quieres.

¿Y el resto?

Son polvo. Son roca. Son tierra.

¿Todos?

Todos
ellos

tu risa rota
tu pecho vacío
tu grito al aire
un silencio más


no sé
decir adiós
la abuela siempre decía
hasta luego
y te reñía si decías adiós

y ahora no sé decirlo
cuando cada día
siempre es el último
siempre es despedida
de algo
de alguien

y no sé decir adiós

porque nunca me enseñaron
a querer la muerte
siempre miedo
siempre silencio


Y, ¿qué queda?

tu risa rota
tu pecho vacío
tu grito al aire
ruido y silencio

miércoles, 21 de febrero de 2018



María Sánchez nació en Córdoba en 1989. Es veterinaria de campo. Sus poemas han sido publicados en revistas y antologías como Apuestas (La Bella Varsovia, 2014). Colabora habitualmente en medios digitales y de papel sobre literatura, feminismo, ganadería extensiva y cultura y medio rural.  Coordina el proyecto Las entrañas del texto, desde el que invita a reflexionar sobre el proceso de creación. Sus poemas han sido traducidos al francés, portugués y al inglés. Cuaderno de campo (La Bella Varsovia, 2017) es su primer poemario.


Los animales buscan sitios difíciles para morir

I

Soy la tercera generación de hombres que vienen de la tierra y de la sangre. De las manos de mi abuelo atando los cuatro estómagos de un rumiante. De los pies de mi bisabuelo hundiéndose en la espalda de una mula para llegar a la aceituna. De la voz y la cabeza de mi padre repitiendo yo con tu edad yo y tu abuelo yo y los hombres

II

Estudio técnicas quirúrgicas para abordar una cavidad que nunca abriré. No las manos de mi abuelo, no la voz de mi padre. Ahora los animales se mueren antes de coserles las entrañas, antes de sentir el pulso caliente, antes de manchar la tierra con sangre.

III

Quiero seguir el camino que hace un animal al morir. Tocar el trayecto difícil de la agonía en sus párpados. Pies en el lomo, voz en uno de los estómagos. Ellos me hablan como a un hombre. Ellos esperan de mí lo que esperan de un hombre.

Pero yo sangro. Animal o mujer: hecha de sueño y lágrimas.

domingo, 18 de febrero de 2018








1) Para aquellas personas que todavía no te conozcan, ¿quién es María? ¿Cómo te definirías?

Pues definirme es algo que no me gusta mucho, creo que le pasa a mucha gente. Es difícil encerrarte en palabras, es como ponerte límites. A la pregunta quién eres, solemos contestar con nuestro nombre, con nuestro trabajo, a lo que dedicamos nuestros días, qué nos gusta hacer en nuestros ratos libres, a qué aspiramos y con quién nos gusta pasar nuestro tiempo.
Yo soy veterinaria de campo, trabajo con cabras y cuando ellas me dejan, escribo. Soy defensora de la ganadería extensiva y de nuestro medio rural. Cultura y medio rural, feminismo y literatura, podría ser un buen comienzo para empezar a hablar de mí.


2) Háblanos un poco de Cuaderno de Campo (La Bella Varsovia). ¿Cómo estás llevando esa gran acogida por el público?

Cuaderno de campo es una carrera de fondo que empecé hace más de siete años. Quería despedirme de mis abuelos, contar mi día a día en el campo, trazar una genealogía de los hombres que me preceden, presentarme a mí misma como mujer, veterinaria y escritora. Reivindicar a los hombres y mujeres de mi familia que han hecho que me convierta en la mujer que soy hoy sin dejar de reivindicarme a mí misma. Es increíble la acogida que sigue teniendo el libro casi un año después de su publicación. Sinceramente, no tengo palabras.

3) ¿Qué es para ti el feminismo?

Soy feminista desde que me di cuenta que me movía y que trabajaba en un mundo de hombres. Creo que tiene un peso fuerte en ambas vertientes. Nosotras necesitamos contar nuestra historia, que nuestra voz se oiga, que no se nos ignore, ni se nos aparte a un lado por ser mujer.
Sin el feminismo no vamos a ningún lado. No quiero un mundo no feminista para mis hijas, ni para las generaciones que vienen. Quiero que las niñas del futuro nunca piensen que no pueden hacer algo por ser mujer, ni que se sientan inferiores por ello, ni que las manden callar, ni que cobren menos que un hombre. Quiero que puedan tener el mismo acceso que ellos en el trabajo. Que no tengan que recuperar la historia y la voz de tantas mujeres que fueron apartadas a la sombra e ignoradas por ser mujer. Y, por supuesto, deseo con todas mis fuerzas que no mueran más mujeres por el simple hecho de serlo. Por eso es maravilloso ver a tantas mujeres haciendo tanto por el feminismo, pero es una lucha de todos, una lucha totalmente necesaria y que tenemos con todas las mujeres, sean de donde sea, sin importar la edad, ni la raza, ni la clase social.

4) ¿Piensas que en la poesía hay igualdad entre hombres y mujeres en la actualidad?

Cuando en 2018 siguen apareciendo titulares como este: Los hombres ganaron el 82% de los premios públicos de poesía en España entre 1923 y 2016, creo que hay poco que añadir. En los años que vivimos,  una escritora como Nieves Álvarez junto a la Asociación Genialogías, ha tenido que publicar un libro para denunciar esto. Según Álvarez “ser mujer en España es sinónimo de tener menos posibilidades de obtener un premio de poesía o de ser miembro de un jurado. El poder está en manos de los poetas varones. Los resultados del estudio son demoledores, no solo porque a lo largo de casi 100 años analizados las poetas hayamos sido marginadas, excluidas y vilipendiadas, sino porque las instituciones públicas no cumplen la Ley de Igualdad Efectiva que les obliga a proponer jurados paritarios”.

¿Cambiará esto en el futuro? Más nos vale.

El enlace al artículo: https://www.playgroundmag.net/lit/premios-machistas-poesa_25031936.html

5) ¿Qué opinas de la necesidad de iniciativas como #unañodeautoras?

Fundamental y necesaria. Parece tan obvio, pero cuando escarbas un poquito más, y te decides a leer autoras, se abre un mundo de mujeres maravilloso que tenemos que sacar a la luz. Y eso también se hace leyéndolas, comprando sus libros, apoyándolas, compartiendo sus lecturas…

6) Tu vínculo con la poesía portuguesa es muy interesante. ¿Qué autora poco conocida nos recomendarías?

Sí, vivir en Lisboa y trabajar de vez en cuando por el país hermano me abrió una ventana que sigue abierta y de la que no me quiero separar. Mi favorita es Maria Gabriela Llansol. Recomiendo muchísimo a Filipa Leal, Sophia de Mello, Fiama Hasse, Adília Lopes, Golgona Anghel, Patrícia Lino, Tatiana Faia, Matilde Campilho…

7) ¿Qué opinas de la educación literaria española? ¿Crees que el hecho de que no aparezca ninguna mujer en los libros de texto, por ejemplo, en la Generación del 27, es por cuestiones de calidad poética?

Vuelvo al artículo que cité antes y copio aquí las palabras de Luna Miguel:
“Porque demuestra que durante el último siglo nuestra cultura y nuestras instituciones públicas han perjudicado la creación hecha por mujeres. Que en el momento de salir un libro al mercado o de presentarse a una competición, la discriminación al producto firmado por ellas es notable. Y también que el reconocimiento y las posibilidades de generar influencia, salir en prensa, ganar otros premios o figurar en los libros de texto de nuestras escritoras es mucho menor que la de nuestros escritores debido a la constante minusvaloración de las obras firmadas por mujeres.¿Nos ayudará “descubrir lo que ya sabíamos” a “destruir lo que ya temíamos”?Ojalá que sí”


8) ¿Qué poeta contemporánea nos recomendarías?

Muchas: María Martínez Bautista, Patricia Gonzalo de Jesús, Luna Miguel, Sara Torres, Alba Cid, Alana Portero, María Sotomayor, Luz Pichel, Ana Rossetti, Elena Medel, Pilar Adón…

9) Y para acabar, ¿cómo definirías “poesía”?

No me gusta poner lindes a la poesía, tampoco al poema.  El poema puede ser lo que le dé la gana. Un juego, una sensación, un experimento, una ecuación, un olor… y claro, también la mismísima vida, pero a la vez no tiene por qué serlo. Todo o nada a la vez.

domingo, 11 de febrero de 2018


Acabo de llegar a casa después de un viaje demasiado corto en el que no he tenido tiempo para ver a mis amigos de Madrid, ni si siquiera a disfrutar de la ciudad. Pero ha valido la pena. No llenaré salas o librerías, ni habrá una cola inmensa en la puerta esperando mi llegada, no viviré de esto, no tendré premios porque no creo en los concursos y no envío mis poemas pero desde luego, el que haya unas pocas personas emocionadas escuchándome, es más de lo que jamás habría pensado.


El viernes llegaba a Madrid acompañada de mi mejor amigo, mi compañero de fatigas y de vida. A ti es al primero al que tengo que darle las gracias. Por subirte siempre a todos los trenes que te pido, a seguirme en cada pasito que doy y darme la mano cuando las piernas me dicen hasta aquí hemos llegado. Esto sin ti, sí que lo hubiera podido hacer. Todo lo puedo hacer sin ti, porque si algo tenemos claro, es que soy una mujer independiente y fuerte. Algo que me recuerdas todos los días. Y por eso, y por todos los libros que me regalas, por tu forma incondicional de quererme libre, te doy las gracias. Gracias, por estar siempre.



Doy las gracias a la gente fugaz. Fanny, contigo compartí dos años fugaces de mi vida. Fugaces porque pasaron demasiado deprisa. Fueron cortos, y no breves. Pero fueron. Y como tú, fueron esenciales en la Lara poeta que presentaste ayer. Una emoción reencontrarnos y una pena el no poder haber pasado más tiempo contigo en Madrid. Pero siempre nos quedará Berlín. Gracias por enseñarme a tantos y tantas poetas. Y si algún alumno de tu master me lee, no sabéis la suerte que tenéis de tener una profesora así. Aprovechad y aprended todo lo que podáis y más.


Gracias a los poetas de en Huida y a Martín, nuestro editor por dejarnos la oportunidad y abrirnos esa puerta que en otros tantos sitios nos han cerrado en las narices sin leer nuestros manuscritos porque no llegábamos a la cuota de seguidores en redes sociales que tienen estipulada. Gracias por toda tu labor, por hacer que la poesía siga viva y por descubrir a algunas de las voces más interesantes de nuestra generación. 


Por supuesto, gracias a la Librería Lé que nos abrió sus puertas para pasar una tarde difícil de olvidar. Para todos los que nos pudieron venir, allí encontraréis el libro y además se quedaron muchos marcapáginas con las ilustraciones de Mebekha. Lo encontraréis en el mostrador y son totalmente gratuitos.


Y por último, pero no menos importante, gracias a todos los que vinisteis y os llevasteis "Del Silencio". Gracias por emocionaros y emocionarme. Os llevaré siempre en un trocito de mi corazón.




L.

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