domingo, 18 de junio de 2017





Escribo del dolor porque me hiciste poesía. 

Tú fuiste casa. Tú fuiste casa. 
Tú fuiste. 

¿Serás? 

Golpeaste con fuerza mi estómago. 
           Tan fuerte que todavía sigo sin respirar si alguien dice                 tu nombre



El cuerpo se vacía para seguir adelante. 



Si me ven llorar la culpa es de la cebolla y no de que me dé cuenta de que te olvido poco a poco, que tengo lagunas en las que nado sola y me ahogo porque no sé nadar. 


Entonces despierto y tengo miedo. Hay un ruiseñor en medio de la batalla y tiene mis alas, y tiene mi nombre. La batalla de seguir sin ti y sobrevivir, de un lado a otro, casi sin pulso. 

lunes, 5 de junio de 2017







Camino y pienso
cuanto tiempo nos quedará
para que las esquinas de nuestra ciudad
no sean nunca más el lugar de una despedida.

Has venido cogido de la mano
de unas ganas locas de querer comerse el mundo
a bocados pequeñitos.


Toma, come de mi mano.
Hazte nido.
Abre bien las alas.
Yo soy la brisa que impulsa tu vuelo.
Tú simplemente planea.
Déjate llevar.
Que todo sea levedad.


Pero camino y pienso 
qué demonios hago yo aquí
ahora que ya tenía
asiento VIP en la U8
dirección Hermannstraße

Me sentaba allí como si mi mundo 
entero fueran las paredes del
U-Bahn más viejo de la ciudad.
¿Por qué todo pesaba en la conciencia?
Me sentaba allí y pensaba:
Arbeit Liebe macht frei

El único trabajo que tenemos
y tendremos será vivir.
Te lo prometo.
Nunca más dormiré en una estación.
Ni esperaré bajo una estatua a que todo se paré.
(quizás porque todo se ha parado ya)
porque tú te has parado
justo delante
dejando salir antes de entrar.

Te has sentado
enfrente
y has dicho
"oye, para ya. No camines más.
Que lo que necesitas lo tienes enfrente.
Oh no nena, no quiero ser pretencioso.
Es que la verdad siempre duele
 y ya sabes lo que dicen, cariño. Que lo que duele, cura."

Yo necesito que me quieres aquí
Y yo necesito que me quieras allá.
Y yo.
Yo.
(...)
Déjalo aparte. Guárdalo en el bolsillo.
O mejor, déjatelo olvidado en el metro.
Como una casualidad.

Como la que nos puso
en la misma ciudad
(en nuestra ciudad)
en esta esquina
diciendo adiós hasta luego
gritando al mundo que sí,
que es cierto:
el amor os hará libres.



sábado, 3 de junio de 2017


by lacabezaenlasnubes MUNDOFLANEUR





Me gustaría poner flores sobre tu cuerpo.
Flores blancas en tu boca.
Flores lilas en tus ojos.
Enterrar todos los latidos de esta casa.

Tengo cinco lunas en el pecho
y una cruz en tu nombre.
No hay casa.
No hay carretera.

Siempre me he enamorado de golpes
y animales muertos en el suelo.
Siempre se me dio bien caer de pie.
Ya no busco aire.

Ahora solo intento no ahogarme.

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