(feliz 2016)
En el bosque de mi cuerpo habita un ciervo.
Muere todas las noches para vivir cuando
bebe de su reflejo, cuando abre los ojos
y soy yo.
Así sobrevivo al abrigo
de las palabras que existen y no nacen.
Hablo en todos los silencios
de la mujer gigante que tiembla en mis labios.
Atardecen nuestros días
y mi única coraza
es esta piel de cicatrices.
Hoy regresa el invierno
y llamo hogar al frío
de todas las calles donde volví a nacer.Lara Peiró
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