lunes, 23 de abril de 2018

RETO LITERARIO 2018: LECTURAS MARZO



Estos meses me está costando muchísimo leer algo más que la bibliografía del Trabajo de Fin de Grado. En marzo (sí, se que estamos casi en mayo y yo actualizando esto ahora lo siento) pude leer solo tres libros. Eso sí, han sido tres libros que van a formar parte de mi yo literario para toda la vida.


1) El libro favorito de un amigo: "Diario de Golondrina"

Charlando por Instagram con una amiga, me insistió encarecidamente en conocer a Nothomb. Los que me conocen saben que cuando un libro o autora  se pone de moda, mi rechazo es casi automático y hasta que no pase la ola fanática, no me decido a leerlo. Pues con Nothomb me pasaba esto. De hecho cuando fui a comprar el libro, cogí el que menos había visto por las cuentas literarias que sigo. Del libro no puedo deciros nada más que lo leáis. No quiero hablar de su final, ese que me ha dejado sin respiración. ¡Bienvenida seas, Nothomb!

15) Un libro ambientado en la Segunda Guerra Mundial: Tocar el agua, tocar el viento

Los libros de la Segunda Guerra Mundial están muy explotados por el mercado editorial (o esa es mi humilde opinión). Iba buscando alguna autora pero finalmente me decidí por este autor al que no conocía de nada. ¿Por qué? Bueno, el título me gustó tanto y su forma narrativa tan poética me deslumbró. La historia es de un matrimonio que a causa de la guerra se ven obligados a separarse para que el marido no sea capturado por los nazis. Pasan los años y el matrimonio.... Para saber el final mejor leerlo. ¿Lo recomiendo? Sí, pero solo a personas que estén acostumbradas a la prosa poética. 

19) Un bildungsroman: "La flor púrpura"

He de decir que me enamoré de la portada cuando compré este libro. Mi yo lectora a veces es un poco caprichosa. Me sorprende mucho la voz narrativa de esta autora. 

La flor púrpura es lo que se conoce como bildunsromany fue la primera novela de esta autora nigeriana. A nuestro idioma ha llegado gracias a la gran traducción de Laura Rins. La narrativa de Adichie reconozco que es adictiva. Las palabras te envuelven tanto que a veces sientes ser la protagonista de esa narración. En este caso, Kambili es nuestra protagonista. Una adolescente de una familia acomodada y compleja. Su padre, aparte de ser un empresario director de un periódico en el que se enfrenta al dictador que ha tomado el poder de su país, es un católico fanático. Esta historia empieza un domingo de ramos tras la disputa violenta entre padre e hijo, Jaja, el hermano de Kambili. La narración que le sigue son los días previos a esa situación. Posteriormente, Adichie narra magistralmente las consecuencias de esa acción de rebeldía. Os podría contar el final y no estropearos la novela. Y es que prácticamente desde el principio ya tienes una idea de lo que va a pasar. Algo maravilloso que, en mi humilde opinión, creo que es lo que más atrapa. El comprobar que tenías razón, pensar que eres incluso más lista que la autora original y dártela de bruces porque, aunque sepas el final, el desarrollo no es el que tu habías pensado.

Dejando a un lado el entretenimiento, esta novela no es lo que uno piensa al principio. No vamos a encontrar una crítica directa a la religión, en este caso, al cristianismo, sino al fanatismo que ciega a las personas. La evolución de los personajes en un lapso de tiempo tan breve da cuenta de esa realidad cruel en la que viven. De hecho, la propia madre, sumisa al principio, es la que antes llega a la conclusión de que para defenderse de la violencia necesita más violencia.

La recomiendo por muchos motivos, aunque el más importante de todos quizá sea por el género al que pertenece. Ha sido como volver a ser adolescente y madurar tras una bofetada de realidad.

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