jueves, 1 de marzo de 2018

Estudiar traducción en España: 5 consejos para tus años de universidad

Fuente: www.frockandrollonline.com/blog/beingablogger


Cada vez veo más la luz del final del túnel. Sí, queda menos para ese día tan esperado por cualquier estudiante. El día en el que cuatro años de estudio se materializan en un título oficial. Antes de que sigas leyendo, decirte, que lo que aquí vas a encontrar, es mi opinión personal y mi experiencia como estudiante de traducción en España.

El motivo de elegir está carrera es una pregunta que yo misma me hago todavía. A lo que sí que puedo responder con seguridad es a la pregunta de si me arrepiento de esa elección. No, no me arrepiento. He llorado por las esquinas y he hecho mil dramas, pero no me arrepiento de esta elección. ¿Por qué? Porque he hecho de la traducción una pasión y no solo un trabajo.

Si eres de los que pasas por aquí y estás en ese momento de tu vida en el que tienes que elegir un camino profesional, te diré que estudiar traducción es una muy buena salida para personas que estén muy motivadas. Creo que la motivación ha sido uno de los pilares fundamentales de todos mis años en la Universidad (y los que me quedan...) porque debes de ser consciente de que ser traductor es ser una persona en constante formación.

1) No todo es tan negro como lo pintan

En la universidad he escuchado una y mil veces que está todo muy mal, que pocas personas consiguen ser traductoras y bla bla bla... Aunque el peor de todos es el que se escucha fuera de las aulas. "Mucha gente sabe inglés" o "no eres la única que sabe dos idiomas".

Ya, pero no todo el mundo estudia traducción. Y estudiar traducción no quiere decir ser traductor. Hay un montón de salidas profesionales vinculadas directamente a esta rama de estudios. Solo hay que saber buscar y moverse, moverse muchísimo. Luego volveremos a esto.

2) No te limites a la universidad

Esto es lo que no te enseñan. Sí, es verdad lo que dicen. Hay muchísima gente graduada en traducción. Pero eso no es un problema. El problema es no comprender que si quieres ser traductor debes de estar en continua formación. Y no es broma. Vas a tener que estudiar cosas que no te gustan. De hecho, me hace mucha gracia porque cuando entré a la universidad pensaba que sería todo perfecto y maravilloso porque por fin iba a estudiar lo que me gustaba.

Pero algo más importante que el aprobar o no una asignatura, es el formarte en otros aspectos también importantes para el oficio. Si lo haces durante los años de carrera mejor, tiempo que te ahorras. Si no es así, te pasará como a mi. Ahora, con las prisas de verme en el paro como una recién graduada más, me ha dado por informarme y tomar la iniciativa de hacer algún curso online. Además de mi último año de carrera, me he matriculado en algunos cursos de Traduversia. De hecho, me parece un sitio muy interesante. Tienen cursos de casi todo, y si te gusta la localización de videojuegos, esta página te encantará. Puede que algún día haga una entrada de mi experiencia en Traduversia, pero como ves, estoy bastante contenta.

3) El trabajo no llega solo

Aquí cada uno tiene que buscarse su lugar. Es verdad, que hay mucha solidaridad en el gremio. Rodearte de buenos compañeros, asistir a eventos relacionados con el oficio, conocer a gente de otros países son solo algunos de los ejemplos que te pueden ayudar a conocer a gente que se dedique a la profesión. Un buen consejo que te daría, a ti estudiante que acabas de empezar, es que no esperes a tener el título para trabajar en algo relacionado con los idiomas. Yo misma, soy profesora de idiomas en una academia. Como traductora hice las prácticas en una empresa en tercero de carrera y para poder seguir cogiendo experiencia trabajo como colaboradora en varias revistas traduciendo poesía alemana.

Así que trabajo hay, pero tienes que buscarlo. Así que muévete mucho, pregunta, envía correos y colabora para poder ganar experiencia.

4) La especialización es muy importante

Si estás en los primeros cursos, esto de la especialización te sonará un poco a chino, pero si estás ya en los últimos años de la carrera, sabrás bien de que hablo. Yo soy de esas personas que piensan, que lo mejor es trabajar de algo que te guste de verdad, pues va a ser tu profesión para toda la vida. Conocer tus puntos fuertes y débiles es esencial. También ser un poco inteligentes a la hora de elegir. Como escritora, la traducción especializada literaria se me da muy bien. Es algo lógico supongo, y no requiere mucho esfuerzo por mi parte ya que domino ambos idiomas de trabajo. He de decir, que durante los primeros años de carrera para practicar usaba libros. Cogía novelas en alemán y traducía fragmentos. Actualmente, como he dicho antes, colaboro traduciendo poesía alemana contemporánea. Aunque me encanta, vivir de esta especialización es algo muy difícil, y de todo, puede, que lo peor pagado. 

Por eso, intenté ver que otra rama de especialización se me daba también bien. La científica no es lo mío. Aunque tampoco requirió de un esfuerzo sobre humano, al no tener muchos conocimientos de medicina, pues requería muchas horas de documentación. Pero eso no es una excusa. En realidad, simplemente, no me apasiona esa rama. Sin embargo, y contra todo pronóstico, descubrí que me encanta la traducción jurídica. No hace falta estar en el master para poder ir especializándote en alguna rama. Aprovecha el tiempo libre que tienes como estudiante y prepárate bien.

5) La combinación de idiomas

De la combinación de idiomas, a mi, poco me hablaron. Cogí alemán porque era un idioma que me encantaba, que ya había estudiado antes y que en casa, mi abuelo a veces lo hablaba, sobre todo palabrotas y expresiones coloquiales. Además, poca gente hablaba alemán por aquel entonces y no era una opción para algunos estudiantes. El inglés está muy bien. Pero es que mucha gente habla inglés. No quiere decir, que si has cogido inglés, no vayas a tener trabajo. Me pongo de ejemplo: las prácticas las hice en inglés. Sin embargo, es cierto, que una buena combinación de idiomas nos ayudará mucho a encontrar trabajo. 

Piensa que mínimo has de tener dos idiomas base sin contar con el materno. Uno de ellos, como consejo, es que sea el inglés. El otro francés, alemán, italiano o portugués pueden ser unas buenas opciones. Pero necesitas otro idioma. Y ahora es cuando dirás que por hablar más idiomas no eres mejor traductor. Tienes toda la razón. Pero no te digo que hables 10 idiomas. Si dominas 4 idiomas, las opciones de trabajo se multiplican. 

Ayer decían en clase que están de moda las lenguas nórdicas. Cuando yo empecé estaba de moda el chino y el japonés. Ya veis que esto va variando. Elige bien la combinación, presta atención al mercado, qué idiomas se piden más, cuales están mejor pagados y con esos datos, eliges. Piensa, que esa elección, te va a acompañar siempre. El idioma es nuestra herramienta de trabajo.


Son consejos muy obvios, lo sé. Pero hasta este último año, no me he dado cuenta de lo tan importantes que son. Espero haberte podido ayudar y que esta entrada te haya sido útil. Y recuerda siempre, que la vida no es un camino de rosas pero que todo esfuerzo tiene su recompensa.

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