Supongo que como muchas personas, las vacaciones de verano son unos buenos meses para leer todo lo que caiga en las manos. Siempre he sido una buena lectora devoradora de libros. Este verano he tenido que viajar mucho y por eso el tiempo de vacaciones se ha reducido bastante a lo que suma el cansancio de los días de trabajo. Así que leer ha sido casi misión imposible. Aún así he podido sacar algo de tiempo, entre horas muertas del trabajo y algunos de los días de descanso, para hincarle el diente a estos maravillosos ejemplares.

Os decía que no he tenido mucho tiempo este verano, ¿no? Vale, pues en realidad desde marzo no he tenido nada de tiempo de tantas cosas que tenía pendientes por hacer. Este fue uno de mis regalos de cumpleaños. No hay que juzgar un libro por su portada pero la verdad es que yo me enamoré a primera vista. Tras leer reseñas por internet me convencí y lo puse en la lista de deseos. Muy aconsejable. Quizás no para personas depresivas... Eso ya os lo dejo a vosotros. En resumen, nos presentan como protagonista a una chica que cansada de su vida y de sus fracaso decide ahogar sus penas en sexo duro y coqueteando con las drogas para luego buscar consuelo en su hija pequeña. Drama moderno con una narración exquisita.

Soy de esa generación que se enganchó a este género por Death Note y de vez en cuando todavía vuelvo a caer en la tentación de comprarme algún manga que me parezca especial. Los leo por gusto y soy muy selectiva. No me gustan las historias de  superhéroes y ese tipo de tramas. Prefiero aquellos mangas en los que la trama sea totalmente psicológica. Según un amigo soy experta en encontrar las mayores excentricidades de Futurama (tienda valenciana especializada en manga). Y así conocí a estos mellizos. El primero por gusto El Segundo por trabajo para Le Miau Noir y es que muy pronto podréis leer la reseña que hemos preparado junto a ECC Ediciones.  

Con este señor tengo una relación de amor-odio. Lo conocí por sus cuentos, me enamoró con Rayuela y lo odié con 62/Modelo para armar. Cuando empecé a leer este libro y noté que no me llenaba como las otras lecturas de Cortázar pensé que no estaba haciendo algo bien. Muchas personas me han dicho que es un autor un tanto difícil de saber leer y que hay que hacerlo por etapas. Así que como tampoco es que tenga mucho dinero para clases de literatura o de escritura creativa decidí comprarme la edición DeBolsillo de las Clases de literatura que dio en la Universidad de Berkeley. Y así fue como me di cuenta de que 62/Modelo para armar no debía de ser el siguiente libro a Rayuela. Incluso Rayuela no debió de ser la elección como primera lectura. En estos meses pretendo leerme los primeros cuentos del autor guiándome por la división de las etapas que él mismo hizo de su obra. Algo metódico, lo sé. Pero es que lo mío con Cortázar es una obsesión...

Este curso va a ser el último en la universidad. Los que me conocen saben que no estoy contenta con lo que he hecho y que me he perdido más de una vez en estos cuatro años de carrera. Este año toca ponerle fin y el TFG me asusta bastante. No por el proceso, si no por la elección. Podría hacer un blog entero sobre el feminismo y me faltaría vida para escribir de ello. Considero que una habitación, un espacio exclusivo para nosotras mismas es esencial. Ya he leído varias veces a Woolf y estoy segura que con esta edición tan bonita de Una habitación propia volveré a recuperar el norte que siempre encuentro con ella.

¿Y vosotros? ¿Qué habéis leído estos meses de verano?