lunes, 5 de junio de 2017

Liebe macht frei







Camino y pienso
cuanto tiempo nos quedará
para que las esquinas de nuestra ciudad
no sean nunca más el lugar de una despedida.

Has venido cogido de la mano
de unas ganas locas de querer comerse el mundo
a bocados pequeñitos.


Toma, come de mi mano.
Hazte nido.
Abre bien las alas.
Yo soy la brisa que impulsa tu vuelo.
Tú simplemente planea.
Déjate llevar.
Que todo sea levedad.


Pero camino y pienso 
qué demonios hago yo aquí
ahora que ya tenía
asiento VIP en la U8
dirección Hermannstraße

Me sentaba allí como si mi mundo 
entero fueran las paredes del
U-Bahn más viejo de la ciudad.
¿Por qué todo pesaba en la conciencia?
Me sentaba allí y pensaba:
Arbeit Liebe macht frei

El único trabajo que tenemos
y tendremos será vivir.
Te lo prometo.
Nunca más dormiré en una estación.
Ni esperaré bajo una estatua a que todo se paré.
(quizás porque todo se ha parado ya)
porque tú te has parado
justo delante
dejando salir antes de entrar.

Te has sentado
enfrente
y has dicho
"oye, para ya. No camines más.
Que lo que necesitas lo tienes enfrente.
Oh no nena, no quiero ser pretencioso.
Es que la verdad siempre duele
 y ya sabes lo que dicen, cariño. Que lo que duele, cura."

Yo necesito que me quieres aquí
Y yo necesito que me quieras allá.
Y yo.
Yo.
(...)
Déjalo aparte. Guárdalo en el bolsillo.
O mejor, déjatelo olvidado en el metro.
Como una casualidad.

Como la que nos puso
en la misma ciudad
(en nuestra ciudad)
en esta esquina
diciendo adiós hasta luego
gritando al mundo que sí,
que es cierto:
el amor os hará libres.



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